Stuttgart es una ciudad esencialmente musical. Vayas donde vayas, te tropezarás con músicos de toda índole. En medio kilómetro escucharás O du, mein holder Abendstern de Wagner, El cóndor pasa con una flauta travesera, New York, New York de Sinatra por la Banda de la policía de Stuttgart (con el tiempo que tienen entre multa y multa, estudian hasta quinto de solfeo, cuarto de armonía y una pizca de Contrapunto y Fuga), algo que se asemeja a Nirvana, aunque no tan divertido como el Come as you are de Ramoncín (más conocido como el me moría, me moría) o la Danza Húngara nª5 ejecutada (nunca me vino tan a pelo un verbo) por un taciturno violinista.
Y allí estaba yo, inmersa en mis compras, cuando mis oídos fueron abordados por la melodía de You are my sunshine al más puro estilo de Luisiana. Guiada por el sonido, llegué hasta un escenario sobre el que estaba él: ¡JOAQUÍN LEGUINA TOCANDO EL BANJO! Tras unas milésimas de segundo de absoluta incertidumbre y contradicción, volví a mi ser y fui capaz de asimilar que Leguina y banjo en el mismo pensamiento son definitivamente incompatibles.
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| Joaquín Leguina dejándose las yemas de los dedos en las cuerdas de su banjo |
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| ¡Gustándose! |
Pero luego me asaltaron las dudas; ¿No diseña González joyas? ¿No bucea Soraya SS? ¿No se hace 7.000 abdominales diarias Aznar? ¿Por qué resultaba tan disparatado que Leguina tocase el banjo? ¿Quién no podría pensar que, de la misma manera que los diputados actuales se entretienen jugando a Apalabrados durante las sesiones del Congreso, Leguina desde su escaño, hubiera sido capaz de aprender a tocarlo?
Y como me pirra pensar que las personas hacen cosas maravillosas cuando nadie las ve, me uní a la banda entonando la canción como si hubiese nacido en el mismísimo delta del río Misisipi, convencida de que mi paisano Leguina estaba en Stuttgart, con su misión secreta, aquella apacible tarde de otoño.
Maldita crisis! Osea que el tío los fines de semana se saca un sobresueldo tocando el banjo... No podía ser de otro modo, tiene cara de tocarlo. Aunque también valdría para hacer de abuelo del anuncio de Werthers Original. Esta crisis está acabando con nosotros, no se libran ni los ex-presidentes de comunidad! En breve te encontrarás a Esperanza Aguirre en una tele local leyendo las cartas estilo Sandro Rey. Montoro ya ha empezado a leer el futuro de España en ese plan, sólo le falta un turbante y una camisa de lamé, no te digo más... Un beso desde el terruño y sigo enganchada a tus aventuras! BSSSSSS
ResponderEliminarMientras que el que no lea el futuro sea Ruiz Gallardón todo irá a mejor. No creas que no estoy informada. Sé que hay brotes verdes, pero en los botes del súper del gigante ese aunque no sé si en Carretilla también habrá. En carretilla nos tendrán que llevar a todos como sigamos así. En fin, que ellos hagan de Astro Rey y nosotros gobernemos; igual nos iría mejor. Yo a Montoro le pondría de actor de doblaje de cine de villanos.
ResponderEliminarGracias por el apoyo. Muchos más besos.
Por favor lo de Montoro de doblador, jajaja es que me he partido de risa!!!!!
ResponderEliminarPor favor dime que Stuttgart Mayor Oreja se pluriemplea haciendo de San Nicolas!!!
Jarvisey! estaré atenta a la ventana cuando llegue Nikolaus! Y si es Mayor Oreja te lo cuento!
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