viernes, 4 de octubre de 2013

LA CASA ES PERFECTA


Necesito retrotraerme. Flashback.

Stuttgart, jueves 20 de junio de 2013, 19.36 horas. Llegamos el día anterior desde Madrid con un objetivo: localizar un hogar. La casa era perfecta. Señorial, ciento y pico metros cuadrados, habitaciones amplias, barrio financiero, el centro a cinco minutos andando y el colegio a una parada de autobús, el metro en la puerta, un LAGO a dos pasos y lo más importante, podíamos pagarla.



Volvimos a Madrid con una duda; ¿Por qué habíamos encontrado esta joya de una manera tan sencilla? La casa tenía que guardar un secreto desagradable. ¿Hordas de mosquitos procedentes del lago? ¿Vivirían arriba dos adolescentes saltarines del tamaño de Falete? ¿Le saldrían a Íker Jiménez diecisiete psicofonías por minuto en el salón? 

Resolvimos el enigma el primer día que dormimos allí. 

¿Os había dicho ya que en el lago que está a dos pasos hay una iglesia?





Sí, a las 07.00 horas, amanecíamos con dos minutos y cincuenta segundos eternos de estridentes campanas que doblaban como si se estuvieran celebrando al mismo tiempo una boda real, una fumata blanca y una bendición urbi et orbi.




Yo aseguré, con estupor y esperanza, que era un día especial, el cumple de Merkel o algo así y que tal atrocidad no se volvería a repetir hasta la siguiente conmemoración.


Pero no; CADA DÍA, a las 07.00 regresa ese sonido disparatado. Nos dicen que al final te acostumbras. Los niños ya no las oyen y mi marido, pocas veces se despierta. Yo he conseguido NO escucharlas una vez. 

¿Os preguntáis qué ocurre los fines de semana? 
Gracias a Dios y al Capellán, tenemos un pequeño margen de sueño. Suenan a las 09.00.

Poco a poco, porque LA CASA ES PERFECTA.

*Sonido grabado con un iPhone desde la ventana de mi habitación.

4 comentarios:

  1. Jajajajjaja! retiro la petición sobre el audio de las campanas :-) no había llegado a este post.
    POR DIOS!!!!

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  2. ¡¡Justo Marta!! Dios tiene mucho que ver con las campanas.

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  3. Oyendo esto, es muy probable que el jorobado de Notre Damme lo sea por agacharse para taparse los oídos cada vez que suenan las campanas!!!
    No se si te acostumbraras o te convertirás en un paciente estrella de Joaquín jajajajajaj
    anyway, si la casa es tan chula como dices segurísimo que acabarás acostumbrándote (piensa que mi madre se ha acostumbrado tanto a los megaronquidos de mi padre que si no los oye no se puede dormir!)

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  4. ¡¡Jjajajajaja!! Pero es que tu madre no es una persona de este mundo. ¡Gracias Bertola!

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