lunes, 9 de diciembre de 2013

GLÜHWEIN 2

Lo dijo Santo Tomás de Aquino: "el hombre (y la mujer) que bebe vino, va derechito a la gloria".  Todos los de Stuttgart vamos lanzados hacia ella.




Cada día me gusta más vivir aquí.

jueves, 5 de diciembre de 2013

ADVENTSKALENDER

Desde el siglo XIX, por estas fechas, se regala en Alemania el calendario de Adviento (Adventskalender). Una preciosa costumbre, ya exportada al resto del planeta, en la que, a modo de cuenta atrás hacia la Navidad, se procede a abrir cada día (desde el 1 hasta el 24 de diciembre) una ventanilla tras la cual se esconde cualquier cosa creada por la humanidad. Aquí, supermercados, papelerías o fruterías despachan almanaques de toda índole. Podemos encontrar los que se limitan a ocultar un dibujo navideño; son los más sobrios, hay muy pocos así (¡normal!) y sólo se venden en librerías; o los que encubren un dulce, como es el caso de Kinder, Lindt, Haribo o After Eight. 


Pero como los dulces son algo que se consume de manera habitual, los más avispados diseñaron calendarios mucho más sofisticados en los que cada portillo vela una figura con la que el niño o la niña puede completar un escenario. Es el caso de Star Wars de Lego, Barbie o Playmobil. Que uno ya no sabe si lo que le ha tocado es la Barbie Malibú o la Princesa Leia con su bikini dorado. Por cierto, me comunican que en España ya se pueden adquirir en alguna tienda de juguetes. 




¡Y llegamos ya al súmmum del calendario de adviento, el Top Three, Los Rolls-Royce de los almanaques, el no va más y la vuelta de tuerca de las tradiciones!

En el número tres: ¡el calendario cosmético! Mira, a la vez que vas contando los días que te quedan para la Nochebuena, consigues renovar tu bolsita de maquillaje. Cada mañana te vas aliñando hasta que el 24 de diciembre estés más pintada que la Mona Lisa y te contraten de Jocker para una fiesta temática sobre Batman. ¡Épico!


Para mi gusto, falta el eyeliner.

En el número dos: ¡el calendario sexy! Aquí en su versión femenina; la masculina estaba agotada. No puedo asegurar que ocurra, aunque me encantaría que así fuera, que al mismo tiempo que se abren las ventanas, se desnudan los seres humanos que lo protagonizan; a modo de estriptís de cartón. Pero me temo que eso seria demasiado trabajo de producción y que cada tapa se limita a encubrir otra imagen sexy-navideña.  Si fuera yo, haría como esos anuarios de bolsillo que si los chupas, desaparece la ropa interior del sujeto/sujeta. Sería una buena manera de ahorrarse el troquelado y la lámina trasera.



¡Y en el número uno!: EL CERVECERO. ¡Estamos en Alemania, por el amor de Dios! ¡Tenía que existir! ¡24 cervecitas, así, para empezar el día con alegría; que aquí no tendrán a Leticia Sabater pero sí birra! 





Y para colmo, además de las cervezas, el que te lo regala también te obsequia con los 6 eurazos que te devolverán cuando retornes los cascos (Pfand significa depósito) ¡Si es que piensan en todo! 


Y para terminar, mención especial para el Ayuntamiento de Stuttgart, que transforma su fachada en un gigante Adventskalender. Detrás de cada numerito habita un funcionario feliz que te sonríe desde su ventanilla.


¡FELIZ ADVIENTO, AMIGOS!